Una vez que tu pastel está dentro del horno es necesario mantener una constante vigilancia, el calor debe de ser constante a menos que la receta indique lo contrario, pero abras muy seguido la puerta de su cocedor, pues el aire puede estropear la preparación.

Al abrir o cerrar la puerta del horno, no lo hagas en forma muy violenta. No toques el molde o fuente mientras no haya cuajado su  pasta. Si el preparado se tuesta mucho o de repente, cúbrelo con una toalla de papel para que el calor penetre suavemente sin que continúe quemándose la superficie mientras se termina la cocción.